Y cuando mis huesos
ya deshechos en tus caderas
abneguen de mi carne
de mi conciencia lejana
de mi locura angustiada
y se dejen a tu ritmo
al vaivén de tus ganas
a lo simbiótico
de mis manos y tu espalda
será la fusión de las constantes;
desde tu piel,
hasta mi alma.
hasta mi alma.
Sofía.