Thursday, December 03, 2009

Incapacidad parcial

De repente un instante son tus ojos y un llanto, un recuerdito que se pasea en frente mio y una punzada en la boca del estómago a falta de mariposas, que me deja inválida, ciega, desmembrada, con un querer y no poder, con un ser y no ser.

Y dios cómo te extraño cuando creía sentirme mejor.

Ojalá me eligieras, ojalá pudieras, me encantaría tanto, no te miento.
Cómo cuesta caminar con una sola pierna o un solo brazo, algunos días los inválidos son los ojos; algo seguro que me recuerda a vos, como si no perdieras oportunidad para aparecerte en mi vida. Ojalá me arrancaran el brazo o el pecho, o lo que me recuerde a vos ese día porque no se puede vivir desmembrado de todos lados, todas las semanas,
ni cojeando una ausencia.

Sin embargo vos te quedás y duele tu ausencia-presencia porque inevitablemente, ineludiblemente, estás o estabas y acá quedó parte de lo que diste y seguro que mucho anhelo de un poquito más. Y te grito e insulto porque me da odio entenderte y amarte, y todo junto.

Qué hago con todo este tiempo, los segundos infinitos que intento olvidarte pero es imposible, dios, es imposible arrancarte, me quedo sin piel. Y no importa cuanto quiera tirar y escupir tus cosas porque las quiero cerca mio, me gusta que estés, sería tan lindo que no te vayas de mi vida sabés, pero andate porque como te dije, no puedo vivir cojeando o disfónica, o ciega, o tonta, o idiota, o sin vos.

Sofía.