Wednesday, August 25, 2010

Jueves

Esas cosas de extrañarte
pero amar de nuevo otros ojos hundidos,
en océanos, espacios,
y profundidades inconcebibles...

Entiendo tan poco
que se me hace inconmensurable la idiotez
y el corazón medio roto de esos dolores
de ni saber por qué o cuándo y MENOS
saber cuándo fue que se te ocurrió
convertir sístole-diástole en corazón
y extraviármela por ahí,

porque no es cuestión
de dejar el latir y el pálpito
en cualquier lado...
Es frágil y llorón,
tiene una especie de adherencia
hacia las caídas libres,
las muertes súbitas
y los amores imposibles,

todo con tal de romperse
en mil pedacitos y hacerme llorar,
sucumbir en cataratas de fluidos
que inundan la línea D.

Qué te puedo decir...
Se me escapan las palabras por los poros
y los poros también se me escapan,
espantados de tanto abrirse y cerrarse
estimulados continuamente
por esta electricidad loca
que me toma de rehén suya,

o por lo menos a esta existencia física
que en contadas ocasiones deja entrever
su espacio de gimnasio de escuela
infinitamente enorme y lleno de eco,
pero totalmente vacío.

No entiendo Cómo,
cómo puede caber,
cómo hace para existir,
materializarse,
en todo ese espacio hueco,

un ínfimo segundo de placer.