Thursday, September 07, 2017

Humanos

Sorbe el instante
una marea humana
que no busca y se encuentra;

engrandeciendo unos ojos
unos cíclopes de ser todos.

Un ritmo se vuelve caracol
y en su lentitud estalla
el juicio de antaño
sobre la distancia
que no nos separa.

Cuál es el diálogo de ser instantes
inmaculados, maravillados
de olores y centellas,
lenguas obtusas,
alimentos perecederos,
alimentarnos...

Mis sentidos, servicio de mí
vuelven a la fuente
y me cuentan otras visiones,
otros éxtasis,
tesoros.



Sofía

5/9/2017

Poema surgido en una jornada de retiro / formación de RE (respiración evolutiva)

Incendio

Una parte de mí
por cualquier ademán
arde entera;

ARDE,
se incendia,
se suicida ante cualquier posibilidad,
crece un muro tieso de huesos y andamios.

Otra parte muy cercana
se derrite, se desarma
en la inocencia,
en la presencia,
en el cuerpo-calor que aparece
al encontrarnos.

Estas partes danzan,
se estrellan, se seducen,
vuelcan a propósito sus vehículos
en rutas perdidas;
se penetran, juegan a la víctima,
ocupan el territorio de la otra.

En la significancia corporal
vivo atemporalidades,
llego tarde a mi sentir.

Me entero a destiempo del incendio,
del muro, de la danza,
y toda la obra me subduce a su remolino
donde sólo puedo apretar los dientes
muy fuerte
a ver si ya pasó.

Me sostengo en las intensidades
engarzando cuerdas en gemas,
hitos de piel, miradas que me buscan,
serhumanos que parecieran querer.

Entre mi plexo y mi pecho
hay una autopista
que en su incertidumbre
serpentea un cauce,

y algo me quiere mostrar.

Sofía
14/8/17

Cuevas

Mi cuerpo geométrico
descolocado, adolorido
entra en cuevas.

Se superpone en la estrepitosa cumbre
de todo lo que no significa.

Todas las cuevas altas en montañas frías
se congelan amarillias
suspendidas en lo que no me abarca.

A mí me gusta mi compañía,
retumba y se estrella esa voz propia,
en el espacio que se ama.

Mi sexo aúlla de ser
aúlla de corazón roto,
de escaras de lo que no supo de mí.

Mis costillas me acompañan a hincharme
con una sustancia que no se vé
pero que me mantiene viva.

Mis labios blandos al amor propio
se humedecen y no me olvidan
sobrevuelvan mi instante,

y puedo sentir
mi incontrolable dolor
penetrarme desde adentro
con delicadeza...

Sofía
13/8/17

Copla de la luna y la sombra

La luna
ahí viene así como el agua
y se encanta
cuando encuentra tu piel.

La luna
me toma por las astas
y se espera
porque no quiere seguir.

Salir de la sombra me cuesta...
Salir de la cueva... me llama!

Estoy aquí, estoy acá,
en mi copla...
aunque tus manos ay
me toman.

¿Cuándo?
Cuando yo crea cada tiempo
en el recuento de mi alma
y sus historias...

Será que voy así
a buscarme más allá
y más acá me traen las olas.

Sofía
28/8/17

Ritual

Comer
de mis pechos
de la fraguante angustia
la otra parte que visita el borde.

- Untarme
ungirme,
envolverme en telas -

Pintar la piel de guerra,
enrojecer mis muslos y mis pies
en el ritual del encuentro.

Un instante
brisa mis labios;
corta en seco
el segundo atemporal.

Ojos que otean, gotean...
¿Quién me viene a buscar?

La balsa / que es mi cadera
se da vuelta y se hunde
en esta tormenta.

El amanecer
me hace el amor en el mar,
me toma y nos hace suya
en los (d)espacios
del inconsciente.

Sofía
6/8/17

Piscis

La oruga teje
en su silencio breve
mil mariposas,

y en sus hilos descansa
la siesta de los mares,
los etéreos átomos
de sus instantes.

¿Cómo es que el lapso
canta húmedo
las sílabas animales?

Los versos humanos
trastabillan impunes
en lo fugaz y presente
del pecho abierto.

Verde y constante
se enreda perrenne
el beso de la luz,

y así vuelve
el cielo a su orilla
temprano en la intriga
acariciando los rostros.

Sofía
26/7/17

Atemporal

Amor-dolor,
destituído de los espacio-tiempos
sortija cósmica de las calesitas mentales.

Amor dolor, holamor,
siempre miel y sal en los labios
transformarnos
desde lo inconcebible.

¿Dónde se alimentan las sombras
enriquecidas por los temblores placenteros
de nuestro encuentro?

Las figuras azules
en el fondo del mar
iluminan la posibilidad sinuosa
de estar juntos
y separados.

El agua que se vierte a sí misma
se estrella contra el cielo.
El océano de vacío
placer y llanto
murmura en mis oídos
calores que me gustan.

Un aliento húmedo /
dos encuentros atemporales /
hacer el amor con lo virtual /
tres pares de pares /
infinitos caminos de encontrarse.

Crear un poco en cada curva
en cada soledad
en alguna confluencia.

Sofía
27/7/17

Desnudez III

Las crisis parecieran ser una forma de encontrarle sentidos temporarios a las muertes subterráneas y subyacentes que atravesamos a diario. Cada cosa esta desplumandose de sentido en cada segundo de brillo de luciérnaga. La verdad se despluma desnudándose, pero nunca se queda completamente desnuda hasta que muere. Circularmente ronda y danza-calesita, sin encontrar una verdad total y absoluta en nuestros ojos-manos humanos; hemos venido a cambiarnos el disfraz cada cierta cantidad de minutos, donde las verdades mutan y nos reclaman el desplumerio correspondiente, o deshojarnos, dependiendo si la naturaleza de uno sea más vegetal o más ovípara, pero desnudarnos al fin cuando ya es tiempo.
El problema es que nadie aprendió a saber cuando es tiempo, así que transcurrimos y entramos en crisis, o somos malabaristas de las vestiduras elegidas, confundiendo a la verdad, el tiempo y todos esos absolutos indescifrables por nuestros minutos limitados en cada artilugio y disfraz.

El ciclo, el circulo, la ronda, el juego; lo que termina y empieza, lo que gira y gira...

El único sabor que siento es que la vida quiere que me desnude, y qué mas puedo hacer que darle el gusto a su seducción vespertina. Quiere mis andamios mentales que resquebrajan las paredes de mis estructuras por ser tan grandes.
Quiere mis cataratas sentimentales que inundaban el subte, para que no me esconda tras el río que van dejando.
Quiere las abreviaturas de mi inter-textualidad e inter-sexualidad.
Pero creo que lo que más quiere es que me desnude de saberes que no sé, y no sé y no sé... Cuanto querés de mi, a veces le esputo en la cara, y la verdad y la vida se me ríen pero no de malas, sino de abrazarme, porque la historia ya dirá, aunque nunca será escuchada, y la verdad será crisis, y la sombra será puente, y el desnudarse será quizás el acto de mayor confianza y entrega a una realidad de sangre y sudor fríos, para llenarlos con mi sangre-vida, con mi calor-magia.


Sofia

9/1/2017

Saturday, February 18, 2017

Relatos astrológicos

El coco rallado rebosa de mi mate; su gusto amargo y dulce a la vez suaviza y acomoda lo matutino de las tormentas. Anoche la lluvia aclaraba una inmensidad de gotitas de dióxido de carbono, entrelazado en conexiones astrales, guturales, torpes, extraordinarias, ante las que sucumbimos los seres humanos.

El sucundún del miedo, el silencio de la soledad y su refugio espacioso, vacío, amplio, amable... Esta luna encabronada que me habita, llena de cuernos de alce, se hace ausente y, como una vuelta más del espiral holotrópico, en algún momento se esconde.
Me deja sola. De todo: de mí, de vos, de nosotros y vosotros.
Tanto que comienza a desvanecerse la línea punteada que indica borde entre mi piel y el espacio sideral.

La soledad puede ser amplia, preciosa y al mismo tiempo dolorosa y abandonada. El enojo de tener que poder o de ser vista así...
A veces esta luna cabreada que me habita me hace replantearme lo indivisible entre lo construído y lo que creo "real". ¿Quiénes son "ustedes"? Me separo y me uno incontables veces en un segundo; esta venus transpersonal y transplanetaria hace el amor con cada instante, con cada célula, con tus memorias y tus futuros inciertos. Hace el amor, abusa y es abusada. Ama y odia. Se funde...

De repente aparezco desnuda en el medio de la galaxia flotando en la masa oscura del universo (porque el medio de la galaxia no es como en las películas: es como un océano oscuro vibrante de espacio, sin aire. Muy raro). Esta venus transatlantica de repente despierta las antenas de mi lunacabra y la alarma del malflash empieza a sonar, subduciéndome en un tubo canal-de-parto hacia la tierra, muy aceleradamente, NO VAYASER QUE LA CHICA se pierda en universos lejanos de los que no pueda volver.

El contraste es tan grande que todo empieza a imbuírse de un cataclismo interno y plutón XII claramente percibe -como siempre- que me voy a morir, así que el pánico y la ansiedad totalizan mi cuerpo y mi respiración. Como si fuera a estrellarse mi avión, aprieto las muelas hasta rompérmelas y generarme una tortícolis de malamuerte.

En algún momento aterrizo en este planeta; en esta habitación cúbica.

Mi luna capricorniana se dió cuenta de la situación compleja que generó y se quedó sosteniendo -otra cosa no le sale- así que me meto en la bañera caliente, me masajeo con aceite de sésamo, abro el arsenal de armas ayurvédicas y empiezo a amasarme con ellas, a ver si...
Otras veces, la lunacabra está más calmada y me permite atravesar las intensidades de mis sexomuertes plutónicas canalizando intensamente, sin que mi cuerpo vibrante sismico -ni la intensidad jacuzzitermal de mis emociones- le active el procedimiento cuasi eclesiástico, represor y adiestrador, de "tener los pies en la tierra".

Ahí ya es otro cantar".

Sofía
18/2/2017

#relatosastrologicos #venusXII #lunacapri #plutonXII





Sunday, February 12, 2017

Halo vital

Con que manos sostener lo insostenible: 
la pureza del dolor que fluye, invade, 
se asienta y transforma. 

Con que ojos llorar lo que ya fue tan llorado, 
tantas lágrimas que crearon surcos 
convertidos en ríos 
que nos recuerdan que todo vuelve 
al lugar de donde salió. 

El océano profundo, 
la caverna detrás de los ojos, 
el amor que impregna todo eso también... 

Lo que fluye es tan potente e inmaculado, 
es tan real y herido, 
es la marca que atraviesa y sana... 
¿Que es?...

¿Que era? 

Simultáneamente olvido todo, 
recuerdo antaños, 
la fotosíntesis me acompaña a mí, 
que bajo la copa de un árbol vivo, 
como si tuviera una casita de madera... 

Una dicha tan llena de realidad, 
de presente, 
y de ausencias intermitentes, compartidas, 
coloreadas por el morado del repollo 
y de esas plantitas arbustas que le dan un toque al balcón... 

De que forma estar mas cerca mío, abrazarme, acompañarme? 
Qué respiración me vive, me toma, me permite ser penetrada por sí para poder ser sostenida por el halo vital del segundo? 
Que es el no esfuerzo? 
Qué es lo invencible que ingresa por mis espacios huecos y me vive?...

A quien le pidió permiso?


Sofía

8/2/17


Saturday, January 14, 2017

El llanto nunca bien ponderado


Llorar todas las mañanas se ha convertido en mi práctica espiritual. Con mis angustias me despierto, les doy los buenos días. Con mis dolores me levanto, los reniego un rato y luego ya estoy arriba, yendo a llenarme de ayurveda la boca, el cuerpo, nutriéndome un poquito, dandome de lo que necesito: tierra, madre, amor. La cocina es mi segunda parada, donde me preparo un mate lleno de yuyos, o un mate de coco y cacao, o una leche vegetal, todo depende del día, del sol, del horario, del corazón y sus virtudes, del alma y sus defectos, del gato que me saluda y hace un ruido que suena a "maumau", traducible como "mamá", refregándose contra algún mueble, seduciéndome e invitándome a acariciarlo. "Prema", le digo, y lo acaricio. Por qué no; si su ser mamífero quiere de mis manos, de mis manos llenas de piel, de hueso, de dar y de pedir... por qué no acariciar su felpuda espalda, amansar el retoño de mis durezas con su naturalidad.

Replantearme si los saludos al sol, o el baile africano, o los tambores de la danza del vientre, o echarme a llorar un rato y que todo se vaya a la mierda. Por momentos se dá todo junto, todo cambiante, intermitente, truncamente completo, siempre llorando, siempre llorar: drenar, dejar salir, abrir la boca; respiro profundo y aaaaaah. Me gusta llorar, cuál hay.

Abrir la boca y dejar que esta lengua-vívora tenga sus desencuentros con la formalidad del mundo en el que vivo; a priori todo resulta disruptivo, tenso, contrario, cambiante. Mi arrogancia zen se contradice con mis cuadraturas astro-geomorfológicas y en un segundo huracanado, todo escurre cual cloaca hacia el Río de La Plata, en donde el zen es el mismo caldo primitivo que lo escatológico de las ciudades y los vínculos humanos.

El viento, el frío de nuevo, la primavera que llegó pero es fría, mi corazón que ama pero duele, la comunicación incautada por las leyes, las galletas de avena que se me secaron y estan amargas. Entonces, ¿qué mejor que llorar? Dejar que el cuerpo largue unas agüitas saladas ricas por esos pequeños ojales en un pedacito del párpado inferior. Tan pequeño y extraño acto, seguido de balbuceos, sonidos guturales, exhalaciones por la boca, a veces con abrazos, a veces con soledades. Debo admitir que llorar sola me encanta, nadie a quien complacer con poco-llanto; sólo complacerme a mí misma con gritos, pataleos, caprichos guardados de tiempos inmemoriales, abrazos autoreferenciales.

El mate que se me enfría, la ventana y dios(a)(e)(x) que dejan que permee lo que me trasciende. ¿Una mueca que es en sí lo que es? La del llanto. Sin taparse la cara, ni la boca, ni mirar para otro lado, ni querer que "el otrx no me vea", o tener que explicarle el por qué.

Yo, conmigo misma, en mi práctica no elegida pero bien recibida y nunca bien ponderada: llorar.


Sofía
23/9/2016